Desde ahora, el HHC es una más de las sustancias prohibidas en República Checa. Así lo decidió el Gobierno esta semana después de una serie de intoxicaciones sucedidas durante las últimas semanas en jóvenes que usaron el cannabinoide “semisintético”. Sin embargo, expertos en adicciones del Consejo Gubernamental para la Coordinación de la Política Antidroga han rechazado la decisión.
El HHC es un cannabinoide que la planta produce en muy pocas cantidades y que tiene un efecto similar al del THC. Como el uso de este último se encuentra penado, hace algunos años crece un fenómeno para sortear la prohibición y en favor del comercio. Se trata de descubrir otros cannabinoides y hacer extracciones concentradas que, al no ser ilegales porque han sido descubiertos antes que el derecho internacional, se puedan vender en las tiendas de CBD en vapeadores o flores. La situación es compleja porque su distribución no cuenta con un marco regulatorio ni tiene la obligación de respetar normas sanitarias. Pero muchos usuarios deciden acudir a su uso. Aunque República Checa no será el lugar para ellos.
“Tendrán que destruir las existencias de este producto o deshacerse de ellas de alguna forma antes del 1 de marzo. Lo más seguro es que no es una buena idea hacerse ahora con algunas reservas”, dijo el ministro de Salud, Vlastimil Válek, al anunciar la medida que prohíbe el HHC. De esta manera República Checa se suma a los otros países que ya prohibieron este cannabinoide semisintético, como Francia, Italia y Austria, entre otros.
La medida chueca fue cuestionada desde el activismo del cannabis, hasta otras autoridades gubernamentales. “La evidencia muestra que las prohibiciones no funcionan. Por el contrario, empeoran la situación. Y no solo porque el HHC seguirá vendiéndose, solo que, en el mercado negro, como ocurre con otras sustancias prohibidas. Además, cuando prohibamos el HHC, aparecerán otras sustancias en este mercado gris”, dijo Jana Michailidu, diputada del Partido Pirata y miembro del Consejo Gubernamental de Coordinación de la Política Antidrogas.
Por último, semanas atrás Cáñamo anunció que República Checa tiene el acuerdo político para avanzar en una regulación integral del cannabis que permitiría el autocultivo y la creación de una industria. Hasta el momento no ha comenzado el debate parlamentario, pero no se descarta que se incluyan medidas específicas sobre los cannabinoides.