La policía de Australia ha detenido a un joven que llegó al aeropuerto de Melbourne con 120 gramos de cocaína guardados en las cápsulas de los juguetes de los huevos kinder y ocultos en su tracto intestinal. El joven, de 28 años de edad y de nacionalidad irlandesa, ha sido acusado de importar una cantidad suficiente de droga para poder comercializar y podría enfrentar una pena máxima de 25 años de cárcel si es declarado culpable.
El detenido fue objeto de sospecha después de que las maletas del vuelo fueran sometidas a un detector de drogas y su equipaje diese positivo por cocaína. Después de inspeccionar a fondo su maleta, la policía registró al joven y al no encontrar nada le realizó una tomografía computarizada de rayos X que reveló las cápsulas en su intestino. Más tarde fue trasladado al hospital de Melbourne, en donde expulsó las cápsulas, que iban envueltas en condones o film adhesivo que contenían cocaína.
El acusado ha ingresado en prisión preventiva y, según The Guardian, tendrá que esperar hasta finales de marzo para ser juzgado. “El contrabando interno de drogas es una estupidez”, dijo el superintendente de detectives de la Policía Federal Australiana, Chris Salmon, en un comunicado. “Existe el riesgo real de que algo salga mal, lo que podría resultar en una sobredosis de drogas potencialmente fatal o daño permanente a los órganos internos”.
Cocaine allegedly found in Kinder surprise eggs in man's body at Melbourne Airport https://t.co/TC554ms4dM
— World News (@worldnewstweet_) January 5, 2023