La medida, firmada por el ministro de Salud Somsak Thepsutin y publicada en la Gaceta Real, entró en vigor el 3 de julio de 2025. Con ella, los cogollos vuelven a ser considerados sustancias controladas y sólo podrán venderse bajo prescripción médica. Quienes infrinjan la normativa se enfrentan a penas de hasta un año de prisión o multas de 20.000 baht (unos 520 euros).
La despenalización de 2022 posicionó a Tailandia como el primer país asiático en legalizar el uso adulto del cannabis, dando lugar a la apertura de miles de dispensarios y a un sector agrícola emergente. Según estimaciones de la Universidad de la Cámara de Comercio de Tailandia, el mercado cannábico podía generar más de 1.200 millones de dólares en 2025. Sin embargo, críticas sobre el acceso de menores y el incremento de consumos problemáticos precipitaron la reacción gubernamental.
El Departamento de Medicina Tradicional y Alternativa señaló que los dispensarios podrán seguir operando siempre que obtengan sus productos de granjas certificadas y reporten mensualmente sus fuentes de suministro. La venta de cannabis queda prohibida en línea, en espacios religiosos y a través de máquinas expendedoras, entre otras restricciones.
La medida ha generado incertidumbre y malestar entre los pequeños empresarios del sector. Decenas de vendedores y cultivadores se manifestaron frente al Ministerio de Salud en Bangkok, denunciando que la abrupta modificación regulatoria amenaza sus inversiones y los deja sin alternativas legales. "Los dueños están aterrados, muchos no saben cómo seguir", afirmó para la Agencia AP, Chokwan “Kitty” Chopaka, activista y expropietaria de un dispensario.
Las pugnas entre proyectos políticos impacta fuertemente a la situación actual de la marihuana. El partido Pheu Thai, en el poder, había prometido recriminalizar el cannabis, pero enfrentó resistencia de su exaliado Bhumjaithai, impulsor de la despenalización. La salida de este último de la coalición la semana pasada allanó el camino para la nueva orden ministerial.

Manifestantes exhiben carteles con mensajes pro legalización del cannabis frente al Ministerio de Salud en Bangkok, en el marco de una protesta contra la posible decisión de volver a penalizar la marihuana en Tailandia.