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Activistas de Tailandia comienzan una huelga de hambre contra la vuelta a la prohibición del cannabis

El actual gobierno asiático pretende permitir tan solo los usos medicinales de la planta, después de poco más de dos años de la legalización.

Desde que Srettha Thavisin asumió el cargo de primer ministro de Tailandia, en 2023, uno de sus primeros anuncios políticos fue la vuelta a la prohibición del cannabis para consumo adulto y que solo se permitirán los fines medicinales. Se espera que la nueva normativa entre en vigor a partir de 2025. Sin embargo, hay una gran parte de la población que está en contra de la medida y hay activistas que mantienen manifestaciones semanales en el centro de Bangkok. Ahora, la última novedad es que un colectivo superior a las cien personas comenzó una huelga de hambre para protestar contra el proyecto del gobierno para se quite el derecho obtenido sobre todos los usos. 

La huelga de hambre comenzó el pasado 10 de julio y fue convocada por los miembros de la Red Tailandesa para el Futuro del Cannabis, después de haber marchado desde la sede de las Naciones Unidas hasta la Casa de Gobierno, en la capital de Bangkok, para presentarle una propuesta a la gestión de Thavisin en la que no se abandonen los usos recreativos del cannabis ni la industria que se ha creado a su alrededor. Además, solicitaron una revisión científica.

Activistas de Tailandia comienzan una huelga de hambre contra la vuelta a la prohibición del cannabis

Según el medio local Thai Enquirer, la Red Tailandesa para el Futuro del Cannabis exige que el gobierno realice estudios para evaluar los pros y los contras de despenalizar la marihuana y para comparar los beneficios y los daños de la marihuana, los cigarrillos y las bebidas alcohólicas antes de proceder con su plan de reclasificar las flores de marihuana como narcóticos. Afirmaron que si los estudios demuestran que la marihuana es más dañina que los otros dos productos que el gobierno permite vender al público, cesarán sus actividades.

Esta semana, uno de los integrantes de la huelga de hambre tuvo que ser trasladado a un hospital, después de seis días en los que no ingirió ningún alimento. Se trató de Akkaradetch Chakjinda, un hombre que se negó a ser ingresado y se reincorporó a la protesta.

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