Legisladores tailandeses presentan una enmienda al Ministro de salud para que tanto el cannabis como el kratom (una planta bastante popular que se usa como analgésico) sean consideradas legales en términos medicinales.
Se espera que antes de final de año el proceso de idas y venidas entre diferentes departamentos del gobierno Tailandés haya finalizado y, por tanto, se pueda votar una resolución.
Tailandia ha mantenido hasta ahora una férrea política antidrogas. Supondría un cambio considerable tanto en la mentalidad de la zona como podría abrir un camino para la legalización en Asia, bastante poco propensa al cambio en ese sentido.
Por ejemplo, dice Somchai Sawangkarn, uno de los políticos que han presentado la enmienda: “nuestra sociedad no está preparada para que se use de manera recreativa. Por eso quiero que se dé el primer paso, el asunto de hacer medicinas. Si dejamos que se hagan medicamentos tal vez en seis meses o en un año, si la sociedad está preparada, podría convertirse en un suplemento para las comidas… y más tarde podría llevarnos hasta el uso recreativo”.
En caso de funcionar, por tanto, irán añadiendo sucesivas enmiendas hasta que, llegado un momento, se acabe por legalizar por completo. Pero el camino es complejo y empedrado.
“He estado trabajando en legislación en el parlamento desde hace 12 años y tengo que admitir que ésta ha sido una de las más duras porque esto afecta a los beneficios de una importante farmacéutica transnacional que venden quimioterapia, morfina y así, y queremos algo que sea barato como alternativo”.