La despenalización del uso adulto de cannabis, el autocultivo doméstico sin límites y la venta de cogollos, extractos, bebidas y comidas con cannabis ha hecho de Tailandia un inesperado paraíso de la marihuana. Los efectos de la despenalización han ido más allá de lo que el Gobierno esperaba y desde que entró en efecto se han introducido nuevas medidas destinadas a restringir o controlar aspectos relacionados con el uso recreativo de la planta que no se previeron en un inicio.
Según el diario Bangkok Post, el Parlamento de Tailandia está tramitando una ley para controlar más de cerca la actividad del sector comercial. La medida, propuesta por el Departamento para el Desarrollo de la Medicina Tradicional y Alternativa Tailandesa, ha sido elaborada con el objetivo de que las tiendas de cannabis presenten informes sobre las compras y las ventas de productos cannábicos para consumo adulto. El proyecto también haría que los compradores tengan que entregar su carnet de identidad para poder adquirir productos, sin que se haya concretado cómo afectaría esta medida a las personas extranjeras.
Aunque el Gobierno está tratando de reforzar los usos medicinales, industriales y alimentarios de la planta, y restringir los usos recreativos, el uso recreativo está atrayendo a numerosos consumidores y empresarios. Por ahora, estas nuevas medidas propuestas podrían tardar en aprobarse debido a que este mismo año hay convocadas elecciones que podrían retrasar el procedimiento. Mientras tanto, ya hay más de 7000 comercios que han solicitado permiso para vender cogollos de cannabis.