Cocaína “éticamente producida” es un nuevo reclamo utilizado por camellos de las ciudades de Reino Unido para vender la droga a precio más caro aunque la sustancia sea la misma y no provenga de un sistema de producción diferente. Los expertos en políticas de drogas advierten que no existe una cocaína que pueda denominarse bajo la etiqueta de “ética” puesto que la producción se lleva a cabo bajo condiciones de explotación, con violencia de por medio y destrucción de ecosistemas naturales.
La noticia de la “coca ética” fue publicada hace unos dias por el diario britanico The Mirror, y en ella se recoge tanto el testimonio de personas a las que les ha sido ofrecida a un precio de 200 libras el gramo dentro de la oferta de pequeños traficantes, como la opinión de diversos expertos sobre la imposibilidad de que exista tal cosa. “Los narcotraficantes destruyen la jungla, el gobierno destruye las plantaciones y luego los productores tienen que ir más lejos, y así sucesivamente”, dijo a The Mirror un investigador botánico.
Actualmente en Colombia hay un proyecto legislativo que tiene como objetivo implantar una regulación de la hoja de coca y la cocaína en el país para acabar con las consecuencias negativas que la producción ilegal de cocaína provoca sobre las poblaciones indígenas y los ecosistemas naturales. El pasado abril la Comisión Primera del Senado aprobó el proyecto, que establece la creación de cooperativas campesinas para el cultivo de la hoja, que quedarían en manos de víctimas del conflicto con el narcotráfico, en comunidades indígenas u otros colectivos desfavorecidos del país.