Los datos fueron publicados el pasado julio por la fundación Transform Drug Policy, dedicada a promover políticas de drogas no punitivas. Fue la fundación la que solicitó las cifras al Ministerio a través de un procedimiento de transparencia.
“El enfoque actual es enviar a la policía para hacer arrestos y confiscar las drogas, pero sabemos que esto no funciona. Estas nuevas estadísticas muestran que los grupos del crimen organizado están explotando a personas jóvenes y vulnerables para evitar ser detectadas por las fuerzas del orden y maximizar las ganancias”, dijo Harvey Slade, investigador de la fundación a The Guardian.
El Ministerio del Interior estimó que un total de 1853 personas habían sido forzadas a trabajar en el tráfico de drogas en condiciones de esclavitud, y que la mayoría de estas (1137) eran niños o adolescentes menores de edad. “Para combatir este terrible nivel de explotación, debemos recuperar el control y regular legalmente el mercado de las drogas. Necesitamos responder a este problema como lo hacemos con las cadenas de suministro legales: proporcionando procedimientos de monitoreo, y manteniendo a los niños vulnerables fuera del comercio”, dijo Harvey Slade.