Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago no ha encontrado evidencia de que las microdosis de LSD provoquen una mejoría del estado de ánimo ni de los procesos de cognición en adultos sanos. Los resultados del estudio, uno de los pocos que se han realizado siguiendo un protocolo controlado con placebo y doble ciego, van en contra de la creencia popular (por el momento no demostrada científicamente) de que las microdosis provocan una mejora de procesos cotidianos y levantan el estado de ánimo.
En el estudio participaron 56 adultos que fueron divididos en tres grupos. Los participantes recibieron cuatro dosis o placebos separados por entre 3 o 4 días en “sesiones de consumo” de 5 horas de duración en las que se les realizó un seguimiento. De estos, 18 personas recibieron un placebo, 19 recibieron una dosis de 13 μg de LSD y otros 19 una dosis de 26 μg LSD. Cuatro días después de la última dosis o placebo los participantes volvieron a asistir a una sesión de seguimiento, pero esta vez sin drogas.
Los resultados resumidos del estudio afirman que las personas que consumieron la dosis de 26 μg de LSD notaron “efectos subjetivos moderados, incluido un aumento en las calificaciones de ‘sentir el efecto de la droga’ y efectos similares a los de los estimulantes y al LSD”, pero no mejoraron su estado de ánimo ni les afectó al rendimiento en las tareas psicomotoras ni a la mayoría de las tareas de tipo emocional. “Concluimos que, en el contexto de un entorno controlado y un número limitado de administraciones, las dosis bajas repetidas de LSD son seguras, pero producen cambios insignificantes en el estado de ánimo o la cognición en voluntarios sanos”, escribieron los autores.