Las prácticas ceremoniales con ayahuasca mejoran el bienestar psicológico y la calidad de vida de sus participantes, según un estudio observacional no controlado que ha sido impulsado y financiado por la fundación ICEERS y la Fundación Beckley. El estudio hizo un seguimiento a 200 personas que participaron en un programa de curación con ayahuasca en un centro de retiro de Perú, dirigido por curanderos tradicionales del pueblo shipibo.
El estudio evaluó a través de encuestas encuestas online realizadas a lo largo de un año varios parámetros relacionados con el bienestar psicológico, subjetivo, espiritual y la calidad de vida de las personas occidentales que asistieron al centro de retiro. Los participantes tuvieron que completar una encuesta que incluía una Escala de Bienestar Psicológico; el Cuestionario de Felicidad de Oxford; la escala de Espiritualidad, Religiosidad y Creencias Personales de la Organización Mundial de la Salud; la escala de Calidad de Vida-BREF de la OMS; y la escala de Descentramiento.
Los resultados obtenidos mostraron “un aumento significativo del bienestar psicológico, subjetivo y espiritual, al tiempo que informaron de una mejora en su calidad de vida”, según han comunicado los autores. Estos resultados sugieren que las prácticas ceremoniales con ayahuasca, al menos las que siguen un esquema como el de la medicina shipibo, mejoran la salud mental y la calidad de vida de la mayoría de participantes.
“Teniendo en cuenta que el bienestar se halla directamente relacionado con la prevención de los trastornos mentales y que potenciarlo es la mejor manera de promover la salud mental, este estudio supone un paso adelante hacia el reconocimiento de la ayahuasca como medicina vegetal cuando se utiliza en el contexto tradicional.”, dice la nota de prensa publicada por ICEERS.