Un grupo de trabajo formado por orden del Gobierno británico ha presentado un informe en el que recomienda importantes cambios en las políticas de drogas del país. El Grupo de Trabajo de Innovación, Crecimiento y Reforma Regulatoria (TIGRR por sus siglas en inglés) ha recomendado al Gobierno que realice cambios legislativos que aparten al Ministerio del Interior de la gestión del cannabis y que permitan mayor investigación con la planta.
El grupo de trabajo está compuesto por el exlíder conservador Sir Iain Duncan-Smith y los parlamentarios George Freeman y Theresa Villiers, quienes recogen en el informe de 130 páginas de extensión varias propuestas en una variedad de áreas con el objetivo de “impulsar la innovación y la competitividad, reducir las barreras para las empresas emergentes y crear oportunidades para que la innovación aproveche al máximo tecnologías de vanguardia y respaldan el crecimiento y el dinamismo en toda la economía”.
Las recomendaciones del grupo van dirigidas únicamente al cannabis medicinal y al CBD, y se centran en dos cuestiones. Por un lado señalan que las políticas actuales dificultan enormemente a los científicos del Reino Unido realizar investigaciones científicas sobre los posibles beneficios médicos del cannabis. Por otro lado afirman que el mercado del CBD en Reino Unido es de importación y que debido al estricto control del Ministerio del Interior no se permite que florezca una industria de producción nacional.
“Para resolver estos problemas, el Gobierno debería trasladar el régimen de licencias para la investigación farmacéutica de cannabinoides y los medicamentos de venta libre de CBD del Ministerio del Interior al Departamento de Salud y la Agencia del Medicamento, y crear una vía reguladora para aprobar estos productos utilizando una evaluación basada en la evidencia de sus propiedades medicinales”.