La Comisión Primera del Senado de Colombia aprobó ayer el proyecto de ley para regular el uso y producción de la marihuana recreativa para uso adulto en Colombia. Es el primer debate que enfrenta este nuevo proyecto de regulación, que está siendo impulsado después de que fracasase otro intento de regulación, que hace tres semanas fue votado y rechazado en la Cámara de Representantes.
La iniciativa fue presentada por el senador Luis Fernando Velasco, quien explicó que el proyecto de ley pretende quitarle el control del negocio del cannabis a las mafias del país y ponerlo bajo supervisión estatal. El senador Gustavo Bolívar, autor del proyecto, defendió que la guerra contra las drogas “es una guerra fracasada en Colombia y el mundo” y dijo que “se han gastado en el país 140.000 millones de dólares y no se ha avanzado en nada”.
El nuevo proyecto está formado por 39 artículos que cubren los aspectos económicos, políticos y sociales del consumo de cannabis para adultos. La iniciativa plantea la creación de un Instituto Colombiano para la Regulación del Cannabis, que se encargaría de regular todo el proceso del cannabis recreativo, desde el cultivo hasta su distribución y consumo.
“Si la bancada de gobierno permitiera la regulación de la marihuana, yo les aseguro que en cinco años estaríamos regulando la cocaína y estaríamos acabando de tajo con el negocio que ha sido transversal a todas nuestras violencias de los últimos 30 o 40 años. La cocaína y la marihuana sirvieron para financiar grupos guerrilleros, paramilitares, para financiar las Bacrim que están azotando los territorios en Colombia”, dijo el senador en la comisión, según las declaraciones reproducidas por Infobae.
El pasado 4 de noviembre Colombia perdió una oportunidad para regular el uso de cannabis entre adultos. Una propuesta para incluir el uso de cannabis recreativo como una excepción en la ley de drogas fracasó después de un largo debate en el Congreso. La votación para modificar el artículo constitucional que prohíbe el uso y la posesión de sustancias estupefacientes acabó rechazada con 102 votos en contra y 52 votos a favor.