El pasado 3 de noviembre Colombia perdió una importante oportunidad para regular el uso de cannabis entre adultos. La propuesta para incluir el uso de cannabis recreativo como una excepción exenta de castigo en la ley fracasó después de un largo debate en el Congreso. La votación para modificar el artículo constitucional que prohíbe el uso y la posesión de sustancias estupefacientes acabó rechazada con 102 votos en contra y 52 votos a favor.
Los promotores del cambio defendieron en la cámara que la regulación era una oportunidad para que el consumo de cannabis dejase de ser un negocio de mafias, en el que los más castigados son los cultivadores y consumidores. “Es hora de mirar el problema del consumo de drogas desde una perspectiva enteramente distinta a la perspectiva prohibicionista y violadora de las libertades”, señaló Juan Carlos Losada, uno de los autores del proyecto. En el bando contrario los detractores rechazaron el proyecto con argumentos como el de “defender la juventud y la familia”.
A mediados de septiembre la medida para despenalizar el uso del cannabis recreativo había pasado por la Comisión Primera de la Cámara por una diferencia de tan sólo tres votos, pero en el pleno del Congreso ha topado con una mayor proporción de representantes conservadores que han conseguido tumbarla. El proyecto consistía en añadir el cannabis como excepción al texto constitucional que prohíbe “salvo prescripción médica” el uso y posesión de “sustancias estupefacientes o psicotrópicas”.