El consumo frecuente o agudo de cannabis por parte de adolescentes o jóvenes adultos puede provocar alteraciones cognitivas entre leves y moderadas que persistan tras el efecto de la sustancia según una metarrevisión de estudios científicos realizada por investigadores canadienses. La metarrevisión (una revisión sistemática de otras revisiones anteriores) se realizó utilizando 10 revisiones que incluyeron 73 estudios con un total de 43.000 participantes.
Según las conclusiones de la metarrevisión, los efectos negativos del cannabis sobre las funciones neurocognitivas persisten más allá de la duración del colocón y provocan pequeños o moderados déficits en funciones neurocognitivas tales como el aprendizaje verbal, la memoria, la velocidad de procesamiento y las funciones ejecutivas. No obstante, la persistencia de los efectos no implica que sean irreversibles y los autores puntualizan que algunos de los metanálisis que investigan este tipo de efectos “han encontrado que los déficits no persisten después de una abstinencia prolongada”.
“Nuestro estudio nos ha permitido poner de manifiesto varias áreas de la cognición que se ven afectadas por el consumo de cannabis, como los problemas de concentración y las dificultades para recordar y aprender, que pueden tener un impacto considerable en la vida cotidiana de los consumidores”, explicó el Dr. Alexandre Dumais, uno de los autores del estudio. Aunque el estudio puntualiza que “se necesita más investigación para examinar si los déficits observados en el desempeño también se expresan en deficiencias en la vida diaria”.
“Es alentador que algunas pruebas indiquen que los efectos residuales probablemente se pueden remediar con una abstinencia prolongada, ya que sugiere que los efectos pueden desaparecer un poco después de la abstinencia. Sin embargo, vale la pena mencionar que, aunque algunos consumidores habituales de cannabis pueden intentar dejar de fumar, la mayoría ha comenzado a consumir la sustancia en una etapa temprana de su vida y es posible que ya haya obtenido un nivel educativo reducido, lo que reduce sus opciones en la edad adulta”, escribieron los autores.