La Audiencia Provincial de Barcelona ha absuelto a un joven al que la policía le encontró en posesión de 18 pastillas de MDMA y que había sido acusado de un delito de tráfico de drogas. El tribunal ha aceptado los argumentos de la defensa, quien defendió que las pastillas eran para repartir entre varias personas y que el caso estaba amparado por la doctrina del consumo compartido. Varias personas corroboraron la versión del joven y afirmaron que ellas también iban a consumir de las pastillas que este llevaba.
El joven fue sorprendido por la policía en febrero de 2020, durante los carnavales de Sitges, poco antes de que se declarara el estado de emergencia por la pandemia de covid-19. Los Mossos d’Esquadra lo registraron cuando se bajó en la estación de tren de Sitges con un carro con algunas latas de cerveza. Según elDiario el joven se dirigía a una fiesta que se iba a celebrar en una casa okupa con motivo del carnaval.
La Fiscalía pidió para el joven una pena de cuatro años de cárcel por un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Pero el juez ha decidido exculparlo al no hallar ninguna prueba que indicase que llevaba las pastillas de MDMA para lucrarse con su venta. Más bien al contrario, varias personas se identificaron como consumidores de la sustancia y aseguraron que habían participado en su compra común junto con el acusado para poder consumirlas durante la fiesta en la casa okupa. De este modo se cumplieron los requisitos para que el juez aceptara el supuesto del consumo compartido: que todos fueran consumidores, que compraran la droga repartiendo gastos y que pensaran consumirla en una única sesión de consumo.