En los últimos siete años la Generalitat de Cataluña ha tramitado tan sólo el 27,3% de las sanciones por posesión o consumo de drogas tipificadas en la Ley de Seguridad Ciudadana. En ese periodo los Mossos d’Esquadra han registrado 238.000 actas por faltas relacionadas con el uso de drogas, pero el Departamento de Interior de la Generalitat sólo ha alcanzado a tramitar 65.000 en forma de multa. La justificación es la saturación de los laboratorios de análisis de los Mossos, por donde deben pasar las muestras antes de formalizar la sanción.
Los datos han sido publicados por El País en un artículo en el que queda patente que los números de las multas que gestiona el Departamento de Interior no cuadran con el número de actas registradas por la policía catalana. No sólo en el caso de sanciones por drogas, sino también por temas de desobediencia, ocupación de inmuebles, daños a bienes inmuebles y tenencia de armas, explosivos o pirotecnia. En total, las sanciones tramitadas son el 39% del total —según los datos analizados por El País— o el 52%, según la revisión del Departamento de Interior catalán.
Según la Generalitat, algunas de estas actas se rechazan por razones técnicas o administrativas después de revisarse, y por eso no llegan a tramitarse y convertirse en multas. Sin embargo, hasta ahora no existe un sistema que contabilice las que se desechan para diferenciarlas de las que quedan sin tramitar por problemas de saturación. En cualquier caso, el mayor embudo de trámites está en las sanciones por drogas, que alcanzan casi la mitad del total de actas registradas por la Ley de Seguridad Ciudadana. Según la información de El País, el laboratorio de los Mossos prioriza los análisis de procesos penales por encima de los administrativos y ha incorporado a tres personas más (sumando una plantilla de 19 personas) para hacer frente a la saturación.