El velero viajaba desde América hasta Europa, y fue abordado por las autoridades españolas cuando pasaba a unas 200 millas de la isla canaria de El Hierro. Según ha publicado El País los agentes encontraron 61 fardos de cocaína repartidos por distintos recovecos del barco de 12 metros de eslora, incautándose de un total de 1800 kilos.
El pasado mes de marzo la Audiencia Nacional dictó la sentencia contra la tripulación y condenó a cinco años de prisión al propietario del barco, un inglés de 45 años de edad, y a cuatro años y medio de prisión a dos veinteañeros franceses con lo que viajaba. Los condenados llegaron a un pacto con la Fiscalía y, además de las penas de prisión, accedieron a pagar una multa de 66 millones de euros. Según la investigación policial el velero detenido forma parte de un entramado internacional de tráfico transatlántico de cocaína, que utiliza embarcaciones de recreo para transportar la droga. A menudo el traslado de la cocaína desde la costa americana hasta la española se produce a través de una cadena de varios barcos. “Van traspasando la droga de un velero a otro para que no se detecte cuál la lleva”, explicó un agente.