Un vecino de una pequeña pedanía de Bermillo de Sayago, en la provincia de Zamora, ha sido condenado a una pena de un año de cárcel y a una multa por el cultivo de tres plantas de marihuana en su corral privado. A pesar de solo tener unos 60 vecinos, el hombre recibió la visita de la Guardia Civil, quienes sospechaban de que cultivaba cannabis en su domicilio para destinarlo al tráfico de drogas.
Debido a la poca monta de su cultivo -tres únicas plantas, según el diario La Opinión de Zamora, dos de la cuales eran “medianas” y otra “pequeña”- el hombre no tuvo problema en invitar a entrar a los agentes y mostrarles su pequeño cultivo personal. Él no imaginaba que como consecuencia de su invitación los agentes le denunciarían por un delito contra la salud pública al considerar que cultivaba la marihuana con la intención de venderla.
Según el pesaje de la policía (que, como en otras ocasiones, podría haber incluido las hojas y los tallos que no son ilegales) lo decomisado sumaba un total de 1,63 kilogramos. La Fiscalía provincial hizo su parte, y pidió una condena de dos años de cárcel para el hombre y una multa de 4000 euros, por considerar que la venta de dicha cantidad de marihuana en el mercado negro podría retribuirle un beneficio de 3124 euros.
Minutos antes del juicio, el acusado prefirió hacer un pacto de culpabilidad con la Fiscalía, por el que se le aplicó la atenuante de reconocimiento de los hechos y de arrepentimiento a cambio de afirmar que sus tres plantas de marihuana estaban destinadas al tráfico. Como consecuencia del pacto, se le rebajó la multa y se le redujo la pena de cárcel a un año, por lo que no deberá entrar en prisión.