La señal de alarma se difundió cuando Energy Control recogió la cobertura de prensa sobre pastillas de éxtasis notablemente más potentes que hace veinte años. Según lo publicado por el medio La Nueva España, se han identificado comprimidos con más de 360 mg de MDMA, una cifra que desborda los rangos habituales y que exige reforzar las pautas de reducción de daños entre el público que los consume.
Los datos europeos ponen esta alerta en perspectiva. El Informe sobre los Mercados de MDMA de la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA) recuerda que, aunque el promedio de contenido por tableta descendió levemente desde 2019, siguen apareciendo unidades excepcionales de muy alta potencia.
En 2023 se documentaron en España comprimidos con 350 mg y muestras analizadas por servicios de testeo de drogas con 371 mg de MDMA. La propia EUDA clasifica como “alta potencia” las tabletas por encima de 150 mg y advierte de los riesgos de ansiedad intensa, hipertermia, eventos cardíacos y síndrome serotoninérgico cuando se ingieren dosis grandes o combinadas con otras sustancias.
El contexto español confirma, además, una disponibilidad sostenida de MDMA de elevada pureza y una adulteración relativamente baja en comparación con años anteriores, según un estudio de 2025 elaborado por Acción, Bienestar y Desarrollo (ABD) a partir de miles de análisis de muestras de MDMA, cocaína y tusi. Aun así, los riesgos no desaparecen: las variaciones de dosis entre lotes, la presencia ocasional de adulterantes y la venta de otras sustancias como si fueran MDMA se mantienen como factores críticos que complican la toma de decisiones informadas por parte de las personas usuarias.
A este panorama se suma la advertencia reciente de Energy Control sobre muestras vendidas como MDMA que, en realidad, contenían catinonas sintéticas en ciudades como Madrid, Huelva, Sevilla y Cáceres. Las catinonas comparten efectos estimulantes y pueden intensificar la sobreestimulación y el malestar fisiológico, especialmente si coexisten con MDMA. Esta variabilidad de composición refuerza la utilidad sanitaria de los servicios de análisis y de la comunicación de alertas públicas.
La potencia de algunas tabletas de MDMA es, en buena medida, un síntoma de mercados sin control sanitario. Frente a ello, la respuesta eficaz no pasa por el alarmismo, sino por políticas de reducción de daños, información veraz y servicios de análisis accesibles. En contextos prohibicionistas, el riesgo se traslada a quien consume; cuando la evidencia guía las intervenciones, se salvan vidas.