Hace prácticamente un año, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció su proyecto de Real Decreto para regular el uso medicinal de cannabis para un número limitado de enfermedades y en el que los productos se adquirirían en las farmacias hospitalarias en formato de aceite. Después de doce meses, entre los que se incluyeron la publicación del primer borrador y una consulta pública al respecto, las autoridades nacionales de salud aseguraron que la iniciativa se encuentra en su etapa final de verificación para que sea promulgado.
La aprobación de la medida se encuentra en “su última fase de verificación para su próxima publicación”, aseguró días atrás la ministra García en el Congreso de los Diputados durante su intervención en la Comisión de Sanidad. Además, dijo que se había abierto un correo electrónico en el sitio web de la cartera para recabar “la opinión de los ciudadanos y asociaciones”. En principio, el proyecto de Real Decreto se enfocará “en enfermedades graves o incapacitantes” en las cuales otros tratamientos tradicionales no tuvieron resultados favorables. “Es una medida rigurosa y basada en la mejor evidencia científica disponible”, aseguró García.
Cabe destacar que la iniciativa de García excluirá a miles de usuarios medicinales, ya que tan solo podrán acceder a los productos farmacéuticos aquellas personas que padezcan un número limitado de condiciones de salud, como epilepsia refractaria, dolor crónico y los efectos secundarios por el sometimiento a la quimioterapia. En Cáñamo se encuentran disponibles decenas de estudios científicos que evidencian el potencial del cannabis para otras enfermedades, al igual que otras vías de administración terapéuticas que continuarán prohibidas, como la vaporización o los comestibles.