Fue un vecino del municipio canario de Corralejo quien avisó a la Guardia Civil de que había un paquete extraño en una zona de la costa entre las localidades majoreras de La Oliva y Puerto del Rosario. Tras inspeccionar el paquete y encontrar varios kilos de hachís en su interior, los agentes dedujeron que se trataba de un fardo perdido en el mar, que podía haber otros por la zona y desplegaron un dispositivo de búsqueda.
La búsqueda se realizó con la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil, que inspeccionó la zona el mismo día del hallazgo, el pasado 26 de octubre. Desde el aire los agentes pudieron localizar otros cinco fardos que flotaban en el agua o habían quedado encallados entre las rocas, y que fueron recogidos por el helicóptero. Otros tres fardos fueron encontrados en la zona de Gran Tarajal, en Fuerteventura, y en Costa Teguisea, en la isla de Lanzarote.
En total los nueve fardos contenían más de 300 kilogramos de hachís, según ha publicado Canarias7. Todos los paquetes fueron hallados en zonas costeras del este de las islas, por lo que es probable que llegaran hasta allí arrastrados por la corriente marítima desde la zona del Estrecho de Gibraltar, que es donde se da la mayor cantidad de tráfico marítimo de hachís. La policía está investigado el origen mientras que el hachís encontrado ha pasado a disposición del juzgado en funciones de guardia de Puerto del Rosario.