La Audiencia de Palma de Mallorca está juzgando a los miembros de la asociación cannábica de Llubí, acusados por asociación ilícita y delito contra la salud pública.
La Asociación Balear para el Estudio e Investigación del Cannabis (ABEIC) tenía un local de socios en el pueblo y mantenía varias plantaciones de marihuana para abastecer el consumo de los miembros. La fiscalía pide siete años de prisión para cada uno de los tres acusados, 300.000 euros de multa y la disolución de entidad ABEIC, mientras que la defensa pide la absolución completa o en su defecto penas mínimas de cárcel. En el juicio, que se empezó a celebrar el pasado 1 de abril, se ha llevado al juzgado como testigos a agentes de la Guardia Civil y al exteniente de alcalde de la población, actualmente concejal del Partido Popular. El político ha declarado que era consumidor de cannabis y que fue socio del club, donde iba a ver los partidos de la Champions. Como simpatizaba con la asociación y con la iniciativa cannábica decidió alquilar un solar de su propiedad para que se realizaran algunos de los cultivos de marihuana para los socios. Según el concejal un teniente de la Guardia Civil dio el visto bueno a los cultivos, indicando que debían estar señalizados e identificados. Los acusados son el presidente, el secretario y el tesorero del club, quienes se han defendido aludiendo a que la asociación era un espacio privado de autoabastecimiento de cannabis para eludir el mercado negro, que los socios tenían que venir avalados y ser previos consumidores, y que tanto el Ayuntamiento como la Guardia Civil estaban al tanto de sus actividades desde su apertura en 2010, y que además se les informaba periódicamente.