Durante al menos cinco años, Óscar Sánchez Gil, apodado “El Anodino”, vivió una doble vida: por un lado, condecorado miembro de la Policía Nacional e inspector jefe de la UDEF, unidad especializada en perseguir delitos económicos; por el otro, colaborador activo de una red internacional de narcotráfico. Su caída, tras meses de vigilancia, dejó al descubierto una de las mayores tramas de corrupción policial conocidas en España.
El 14 de octubre de 2023, todo comenzó a desmoronarse para el inspector jefe Óscar Sánchez Gil, cuando agentes de la UDYCO interceptaron un contenedor con 13 toneladas de cocaína procedente de Ecuador en el puerto de Algeciras.
Después de la intercepción del cargamento, el inspector jefe presentía que algo no andaba bien y no se equivocaba. Durante semanas, los investigadores observaron con detalle cada uno de sus movimientos. Lo vieron consultar ilegalmente bases de datos para ayudar a los cabecillas de la organización a escapar. Intervino para evitar detenciones y manipuló el sistema policial para detectar si las empresas vinculadas a la red estaban siendo investigadas.
El 6 de noviembre de 2024, en el marco de la llamada "Operación Augur", Sánchez fue detenido. En su casa en Villalbilla (Madrid) se hallaron más de 20 millones de euros en efectivo escondidos en cajas, bolsas, trasteros y hasta en maceteros. También se encontraron cerca de un millón de euros en su despacho y una máquina de envasado al vacío. La evidencia era tan aplastante que ni sus compañeros, muchos de los cuales lo consideraban intachable, pudieron seguir dudando.
La trama alcanza a sociedades pantalla, testaferros y familiares del inspector, incluyendo su esposa y su cuñada, cuyas cuentas también estaban infladas sin justificación. Según el sumario, Sánchez cobraba hasta un 40% de la droga que lograba hacer entrar a los puertos. Su nombre está ligado a empresas como Incazam Gestión S.L. y a ingresos inexplicables, como supuestos premios de lotería por casi 57.000 euros.
La pieza aún pendiente en esta historia es Alejandro Salgado Vega, alias "El Tigre", uno de los narcos más buscados de Europa y actualmente afincado en Dubái. Algunas fuentes sugieren que podría estar negociando su entrega, mientras otras sostienen que fue él quien delató al inspector corrupto.
El caso, bajo secreto en la Audiencia Nacional, evidencia las fisuras de un sistema que fue manipulado desde dentro por quienes debían protegerlo y nos vuelve a mostrar que la realidad muchas veces supera al mejor guion de Netflix.