La Policía Nacional desmanteló el pasado mes de octubre una enorme plantación de marihuana en el Cerro de los Palos, Toledo, que estaba escondida bajo tierra en una gran finca agrícola con olivos. La investigación policial se inició en septiembre y condujo a los agentes a descubrir un sótano de 300 metros cuadrados construido bajo la tierra de la finca, en el que encontraron un cultivo de interior con 1022 plantas de marihuana.
Durante la operación fueron detenidas cuatro personas de origen rumano, tres de las cuales fueron sorprendidas por la policía realizando labores de recolecta, y una cuarta que llegó a la finca durante la operación. Según ha publicado El País, los detenidos estaban implicados en un robo cometido en un vivero de la zona durante el mes de julio. Los ladrones se habían llevado material para el cultivo, además de una fuente, mesas y bancos de piedra y otros accesorios de jardín, que fueron hallados en la finca donde cultivaban el cannabis.
Para llevar a cabo el cultivo los detenidos accedían al subterráneo a través de una de las cuatro entradas excavadas en la finca, que luego ocultaban con cartones y palés. En la sala subterránea se mantenía el crecimiento de las plantas con luz eléctrica que provenía de conexiones ilegales a la red pública. Los responsables de la finca estaban en proceso de ampliar la zona de cultivo a una segunda sala que estaba siendo habilitada con el material necesario.