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Los clubs cannábicos vascos se reúnen para debatir sobre la futura regulación autonómica

Unos 40 representantes acudieron para hacer aportaciones que servirán para la normativa que el Gobierno vasco pretende aprobar.

Cuarenta representantes de asociaciones de consumidores de cannabis vascas se reunieron el pasado viernes para poner en común las necesidades del colectivo de cara a una futura regulación de los clubs en el País Vasco. El Gobierno autonómico aprobó una Ley de Adicciones en 2016 que contempla los clubs de cannabis, pero dejó su regulación para un reglamento aparte que es el que ahora se quiere abordar.

La reunión con los colectivos de consumidores de cannabis asociados estaba inicialmente programada para el año pasado pero se vio pospuesta por la situación de pandemia. El encuentro se organizó con el objetivo de implicar a los clubes y aprovechar las ideas y experiencias elaboradas durante años para la futura norma sobre los clubs de cannabis que se incluirá en la Ley Integral de Atención de Adicciones y Drogodependencias.

La jornada fue organizada por la iniciativa Eraikiz y en ella también participaron la Universidad del País Vasco y el Instituto Vasco de Criminología. Como resultado se elaborará un informe con un análisis de la situación de las asociaciones y una serie de recomendaciones, que será entregado a la dirección de Salud del Gobierno Vasco para que lo utilice en la regulación.

Uno de los puntos que están por resolver sobre la futura regulación es qué base jurídica se le dará a los clubs y qué aspectos se abordarán y cuales quedarán fuera de la norma. Esa es una de las claves para asegurar que la norma pueda perdurar y no sea recurrida ante un tribunal por razones como la invasión de competencias, como pasó con la vigente Ley de Adicciones, que fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular cuando este estaba en el Gobierno central. En 2016 el tribunal falló permitiendo la continuidad de la norma que incluía los clubs, pero sentencias posteriores han debilitado la seguridad jurídica en la que los clubs de cannabis se apoyaron durante las décadas anteriores.

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