Mientras el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios elaboran el proyecto de Real Decreto para permitir los usos medicinales del cannabis, ahora las farmacéuticas han asegurado que se debe hacer una diferenciación entre los usos recreativos y terapéuticos de la planta, como si tan solo un tipo de producto podría garantizar una mejor calidad de vida y criminalizando a las personas que deciden usar la planta.
“Desde la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) defendemos que siempre que cumplan con los requisitos para la autorización de medicamentos y que estén bien identificados los pacientes que se van a beneficiar y las patologías donde van a ser útiles, los medicamentos derivados del cannabis complementarán el arsenal terapéutico en determinadas situaciones clínicas”, dijo José Manuel Paredero, presidente de la institución que agrupa a los farmacéuticos del país.
La declaración de Paredero desconoce completamente la evidencia científica en la que no solo pueden ser beneficiosos los usos de los derivados de la planta en distintas vías de administración, desde la ingesta de aceites, hasta la vaporización. Además, sostuvo que debe haber una lista de pacientes que accedan al cannabis. Esto sería, como mínimo, una medida estigmatizante ya que no sucede con otras enfermedades, por ejemplo con las personas que deben acceder a la insulina para tratar la diabetes.
“Tenemos que informar muy bien a la población porque cada vez está más extendida la idea de que fumar cannabis no debe ser tan malo si hay medicamentos con el mismo contenido. Y nada más lejos de la realidad”, dijo el presidente de Sefap.