Los partidos políticos de la Subcomisión para el estudio del cannabis medicinal ya han entregado sus propuestas de conclusiones y recomendaciones para regular el cannabis medicinal en España. Ahora los diputados tienen 10 días para ajustar una propuesta conjunta que reciba el apoyo de la mayoría y que se entregará al Gobierno antes de que acabe el mes. Todos los partidos coinciden en la necesidad de emprender acciones para regular el cannabis medicinal, a excepción de Vox y del PP, pero con propuestas de regulación con formas y límites distintos.
El PSOE, por ser el partido con más representación, fue el primero en presentar su propuesta, confirmando su intención de llevar a cabo una regulación y apostando por regular extractos o preparados del cannabis de forma estandarizada, pero limitando el acceso a la dispensación hospitalaria —nada de farmacias de barrio—, negando el acceso a cogollos e impidiendo el autocultivo. El documento del PSOE incluyó tres condiciones médicas: “la espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, y el dolor crónico no oncológico (incluido el dolor neuropático)”.
Todos los partidos que apoyan el cannabis medicinal han pedido una regulación más amplia que la del PSOE. Su socio de Gobierno, Unidas-Podemos, recomienda el acceso al cannabis medicinal a través de farmacias de barrio e incluye los cogollos de la planta sin procesar como una forma de tratamiento más, dejando fuera la opción del autocultivo. También amplía el número de dolencias, incluyendo “náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia, endometriosis, [y] estrés postraumático”. Tanto Unidas-Podemos como PSOE proponen que sea la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) la institución responsable de la gestión administrativa del cannabis medicinal.
Las propuestas del PNV y Ciudadanos coinciden con las de PSOE y Unidas-Podemos en casi todo lo mencionado: ambos proponen la dispensación en farmacias de barrio y excluyen el autocultivo. El PNV menciona la posibilidad de acceder a cogollos, pero Ciudadanos no. Solo ERC y EH-Bildu incluyen el autocultivo de cannabis como una forma de acceso más para los pacientes y mencionan la vaporización como una vía de administración que también debe incluirse. Al contrario que el resto de partidos que apoyan la regulación, ERC y EH-Bildu no creen que la gestión administrativa y el control sobre el cannabis medicinal deba recaer en la AEMPS, ni tampoco que deba crearse un registro específico para los pacientes del cannabis medicinal.
Aunque todavía no se sabe cómo será la futura regulación del cannabis, lo que está claro es que el proyecto tiene apoyos suficientes para salir adelante en los próximos meses. Una vez analizadas las propuestas de cada partido, podemos especular que la regulación más probable incluirá preparados y extractos de la planta (quizás también cogollos), que serán dispensados en farmacias hospitalarias (probablemente también en las de barrio), que cubrirá a pacientes que sufren espasticidad por esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, dolor crónico no oncológico y náuseas o vómitos derivados de la quimioterapia (puede que también a quienes sufren endometriosis y estrés postraumático). Qué se recetará por parte de médicos especialistas (y quizá también de familia), que habrá un registro de pacientes y que la AEMPS estará al cargo de las licencias, controles y gestiones administrativas. Este es el escenario que parece más probable, pero repetimos: todavía no se han votado unas conclusiones conjuntas en la Subcomisión. Y cuando se haga, todavía quedará por delante todo el proceso legislativo, en el que podrán producirse nuevos cambios que determinen la futura ley del cannabis medicinal.