El mal llamado tucibi o tuci, por la pronunciación en ingles de sus siglas, se perfila como la sustancia más riesgosa para el segundo semestre del año en Colombia y en el sur del continente, según la última alerta emitida por el proyecto Échele Cabeza cuando se dé en la Cabeza de la Corporación ATS.
El 2CB o 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina, también llamada Nexus, es una feniletilamina psicodélica de efectos medios y mediana duración, es decir, de 4 a 6 horas en dosis entre 15 y 30 mg. En el mercado colombiano no se encuentra de manera pura y los análisis en los últimos 5 años han encontrado que el 95% de las muestras analizadas no son 2CB sino otros componentes.
En los primeros años 2.013 a 2.016 lo que se vendía como 2CB contenía especialmente ketamina, metilsalicilato, anfetamina, MDMA, anilinas, colorantes y diluyentes, y en ocasiones 2CB en muy poca cantidad. No obstante en el año 2017 y lo que va del 2018, los narcotraficantes han logrado convencer a los nuevos consumidores que el 2CB no es una sola molécula, sino una mezcla de diferentes sustancias cuya calidad responde a la formula del traficante que agrega determinadas sustancias: es allí donde está el principal peligro, pues han permitido la entrada de NPS (Nuevas Sustancias Psicoactivas) como MDPV, PMA, catinonas y metanfetaminas que al ser mezcladas, en dosis altas y sin que el consumidor conozca sus efectos se vuelven altamente riesgosas para la salud. El verdadero 2CB generalmente se presenta en comprimidos (pastillas) muy pequeños y ocasionalmente en polvo de color blanco, por tanto, cualquier polvo que vendan como 2CB y tenga algún color ya está adulterado con anilinas y colorantes artificiales.
Lo lamentable es que los consumidores se acostumbraron a tomar un producto que no es el que desean, por tanto, no conocen los efectos positivos y negativos de esta sustancia. Algo similar ocurrió en el 2014 cuando a las personas les vendían NBOME suplantando el LSD, en esa época, como ahora, llegaron muchas intoxicaciones, crisis y hasta muertes asociadas a una sustancia que lentamente se fue conociendo que no era LSD, sino una sustancia de base anfetaminica muy potente. Esperamos que, así como pasó con el LSD y el NBOME, los consumidores, el mercado, las autoridades de salud hagan los esfuerzos necesarios para evitar accidentes que lamentar por el consumo de esta “sopa” mal llamada tucibi.