El proyecto de reducción de riesgos en el consumo de drogas Energy Control ha emitido una alerta después de analizar en Mallorca una pastilla vendida como 2-CB que contenía una sustancia distinta que presenta mayor riesgo. Según la alerta, publicada este martes, el contenido de la pastilla era α-PiHP, una sustancia de uso humano muy reciente y de la que existe muy poca información disponible, los efectos de su consumo pueden resultar imprevisibles y se recomienda no consumirla.
El α-PiHP es una sustancia de la familia de las catinonas, un grupo de sustancias psicoactivas que se derivan de la planta del khat, originaria del sudeste asiántico. El grupo de las catinonas incluye otras drogas como la 3-MMC, la 3-CMC o la 4-CMC, entre otras, pero la que más consumo ha registrado y la que mayor popularidad ha alcanzado es la 4-MMC (más conocida como mefedrona), cuyo uso se empezó a registrar en 2007 durante una escasez de MDMA en Reino Unido. Más tarde se prohibió la 4-MMC, lo que promovió la comercialización de otras sustancias similares (4-CMC, 3-MMC…) que entonces eran legales.
“La a-PiHP es una Nueva Sustancia de Síntesis (NPS) de la que no existe demasiada información. Se trata de una catinona que produce efectos estimulantes de corta duración con elevada compulsión para la redosificación”, dice la información publicada por Energy Control. La anterior alerta emitida por Energy Control también tuvo que ver con una catinona. Ocurrió el pasado mayo, cuando se detectó que una muestra vendida como MDMA en cristal no llevaba ni rastro de MDMA y en su lugar había 4-CMC.
El tráfico europeo de estas sustancias, que hasta hace poco eran legales, ha aumentado en los últimos años, según el Informe Europeo sobre Drogas 2022 publicado por el Observatorio Europeo de la Drogas (EMCDDA). Según el informe, en 2020 el 65 % de las incautaciones de drogas clasificadas como Nuevas Drogas Psicoativas fueron catinonas. De estas la 3-MMC y la 3-CMC representaban cada una una cuarta parte. Estas dos últimas sustancias aún son legales en algunos países, y en los próximos meses se prohibirán en todos los estados de la Unión Europea.