Pese a que no se suele hablar mucho del “mono” de dejar la marihuana, lo cierto es que, para algunas personas, abandonar el hábito es complicado. También es cierto que los efectos asociados a dejar el cannabis, como la irritabilidad, la falta de sueño o la ansiedad, suelen durar poco y es poco probable (por no decir casi imposible) que uno tenga que recibir algún tipo de atención médica.
El camino de la abstinencia de cannabis es bien conocido. Por lo general, dura de dos a tres semanas, con síntomas máximos de dos a cinco días. Los síntomas menos comunes incluyen dolor abdominal intenso; fiebre, escalofríos y sudoración; náuseas e incluso vómitos; así como incluso enfado y agresividad. Esto último suele ser el síntoma menos común.
Por otra parte, se discute si, realmente, el cannabis tiene un síndrome de abstinencia como se puede tener dejar el alcohol. La respuesta rápida es “no”, el cannabis no produce esos efectos tan devastadores en los consumidores. Pero también parece cierto que sí que existe lo que se llama un enganche psicológico que se manifiesta cuando uno deja la marihuana.
"Para el cannabis no hay una abstinencia física como la que se tendría con el alcohol, las benzodiacepinas u opioides", comenta la Dra. Margaret Haney, profesora de Neurobiología en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, quien ha estudiado más de una docena de tratamientos para sus síntomas de abstinencia. "Los síntomas de abstinencia más significativos son los más psicológicos… hay buenas razones para afirmar que los síntomas son parecidos a los de dejar la nicotina".
Volviendo al estudio de NIDA. Este se publicó en la revista Psychopharmacology en febrero de 2020. Se desarrolló tal que así: a los participantes se les pagó 300 dólares por abstenerse de consumir cannabis durante 15 días y se les dio aleatoriamente un parche de nicotina de 7 mg o un parche de placebo. Todos los participantes eran consumidores habituales de cannabis, esto es que consumían cannabis al menos cinco veces por semana durante el último año.
¿Funcionó? Pues no está muy claro. Por una parte parece que sí, pero por otra, los efectos adversos de la nicotina agravaron la situación. Por ejemplo, hubo un incremento en las nauseas de un 20-25% en las personas que usaron los parches de nicotina. Otros médicos ponen en duda los resultados positivos del estudio debido a que la relación no está bien establecida.