El partido laborista presenta una propuesta por la que poseer hasta 50 gramos y cuatro plantas sea legal en Camberra y sus alrededores.
En principio, la propuesta no afectaría a todo el país sino solo a su capital, Camberra, y a los territorios que rodean la capital. El responsable de presentar esta propuesta por el Partido laborista fue Michael Pettersson, representante de Yerrabi.
Aunque el Partido Laborista en su conjunto está a favor de esta propuesta se necesita aún el apoyo del Partido verde o del Liberal. Los Verdes ya han dicho que están a favor pero que para dar su OK deben estudiar bien la propuesta.
Los Liberales están en contra pues consideran que la propuesta está mal diseñada y Camberra no cuenta con mecanismos adecuados para seguir a aquellos que tienen acceso al cannabis. Además, su portavoz Jeremy Hanson añadió “queremos no alentar el consumo de marihuana. Tiene un impacto significativo en la psicosis, sobre todo en los más jóvenes y los grupos desfavorecidos”. Para echar más leña al fuego consideran que descriminalizar o legalizar no tiene un impacto positivo en la lucha contra el narcotráfico.
Los laboristas opinan lo contrario, “esto sería la medida más efectiva para minar el negocio y modelo del crimen organizado para esta droga en particular”, afirma Pettersson.
La medida llega en un momento en el que la “epidemia de opiáceos” está creciendo desmesuradamente en Australia. Las muertes tanto por los medicamentos como por las drogas ilegales basadas en esta sustancia se han duplicado en el periodo que fue desde 2007 hasta 2016.
Cabe advertir que la medida, aunque relevante, sigue siendo tibia. En el horizonte aún no se quiere ni una descriminalización/legalización a nivel nacional ni tampoco se tiene en mente que se permita a corto plazo abrir las puertas a la venta legal.