Bernie Sanders, uno de los candidatos de los Demócratas en la carrera a la Casa Blanca, promete legalizar el cannabis en los 50 estados de la unión si llega a presidente.
La buena noticia de esto ya la sabíamos: Bernie está con la marihuana y la legalización. La mala es que Bernie está mal situado para llegar a ser el verdadero candidato a la Casa Blanca por parte de los Demócratas y peor aún para ser elegido presidente.
“Terminaremos la destructiva guerra contra las Drogas”, dijo durante en un mitin en Cedar Rapids. “En mi primer día en la oficina legalizaré la marihuana en todos los estados de este país mediante una orden ejecutiva”.
Ay, Bernie. Así como otros políticos estadounidenses, Bernie pretende revertir el daño que la “guerra” ha hecho en tantas comunidades. No está claro de que si se cumpliera el hipotético de que Bernie mandase este pueda ejecutar de inmediato una orden para poner fin a la prohibición. Además, Bernie no parece contar con que cada estado puede aplicar sus propias normas al cannabis, por eso se les llama “estados” a los estados del país americano. Bernie, por desgracia, también tendría que lidiar con los tratados internacionales en contra del cannabis que los EE.UU mantiene con otros países.
Lo que sí podría hacer desde el día uno Bernie es cambiar la calificación del cannabis desde la categoría 1 a otra que sea mucho más permisiva y acorde a la realidad.
Desde aquí deseamos suerte a Bernie pero mucho nos tememos que esto, como tantas otras cosas, sean solo palabras escritas en la arena de la playa a la espera de que suba la marea