Hace semanas, el Senado de Brasil discute una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) para despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal. Sin embargo, la iniciativa que nació a partir de un fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) tendría un voto decisivo que inclinaría la balanza para continuar el prohibicionismo. Diferentes medios locales apuntan a que la situación se mantendría tal como está en la actualidad para evitar colisiones entre los poderes legislativo y judicial.
En una de las últimas sesiones del STF que analizó el caso, el ministro del STF José Antonio Días Toffoli pidió más tiempo de análisis y pospuso la votación para decidir si es inconstitucional detener a una persona con tenencia simple de drogas para consumo personal. Según la prensa local, Toffoli se alinearía con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, autor de la PEC que tipifica como delito la posesión de cualquier cantidad de drogas ilícitas. La PEC surgió como una respuesta política a una sentencia del STF, el máximo órgano judicial de Brasil que ha votado cinco a tres a favor de la inconstitucionalidad de penar la tenencia de drogas para uso personal. Pero el tribunal necesita un voto más para obtener la mayoría y la llave estaría en el ministro Toffoli.
En su votación, Toffoli propondría que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), el Congreso y el Poder Ejecutivo establezcan en un plazo de 18 meses una política pública en relación a los usuarios de drogas, donde se incluya la provisión de un tratamiento a las adicciones y una forma de distinguir al vendedor y al comprador de las sustancias.