Joe Biden es el único candidato de entre los Demócratas que aún considera la maría como una “droga de entrada”. Sin embargo, la cosa no es tan mala como parece.
Biden es de estos políticos con solera: fue vicepresidente en los tiempos de Obama y ahora quiere colarse entre los candidatos finales para optar a la presidencia. Si tenemos en cuenta que Trump está en horas bajas, no sería raro que los Demócratas lograran ganarle el terreno al actual presidente. Sin embargo, así como Bernie Sanders es considerado por los estadounidenses como demasiado “radical” (aquí sería un moderado), Biden, en cambio, está mostrando una cara un tanto rancia.
Pese a que asegura que no tiene “pruebas concluyentes para asegurarlo” cree que la marihuana podría ser una droga de entrada a otras sustancias ilícitas más fuertes. Sin embargo, por muy rancio que suene, este “podría” o “no tengo pruebas suficientes” es un mensaje muchísimo más suave de entre los que ha manejado en sus 40 años como político. De hecho, está presentando algunas reformas de la ley que tratan de ser una especie de expiación de pecados del pasado por sus draconianas propuestas en contra del crimen.
Es más, Biden ha llegado a decir que está a favor de la descriminalización de la marihuana y que quiere sacarla de su actual categoría en el registro de sustancias prohibidas y moverla hasta la clasificación II, con otras sustancias que se consideran menos peligrosas. También está a favor de que se eliminen los registros criminales faltas cometidas relacionadas con el cannabis.
Con todo esto que es tan reformista y rompedor, Biden es el único candidato Demócrata que no está a favor de la legalización.
Una de cal y otra de arena.