Condenan a un burro por transportar marihuana
El burro fue considera más que una simple evidencia para condenar al sospechoso, sino que también se le condenó a él por el delito del traficante.
La gendarmería marroquí apresó a un paisano de Larache (Marruecos) que llevaba un cargamento de hachís, según informa la agencia EFE. El veredicto del juicio parece único en los delitos relacionados con drogas, así que este juez marroquí acaba de sentar una particular jurisprudencia que vamos a ver a dónde nos lleva.
El burro fue considera más que una simple evidencia para condenar al sospechoso, sino que también se le condenó a él por el delito del traficante. La pena para el burro fue la de ser vendido en una subasta pública por 14 euros.
Lo más sorprendente es que nadie quiso comprar al animal, por lo que pasó a manos del presidente de la comunidad rural, que montó en cólera por tener que ocuparse del burrito. Además, el alcalde protestó por la ocurrencia del juez porque los costes del juicio y condena del burro han superado con creces lo que pretendía recaudar con la subasta, que era el fin de todo este circo.
Parece ser que en Marruecos este burrito no ha sido el único condenado. Hace unas semanas otro burro tuvo que pasar por juicio sumarísimo por saltarse las leyes de tráfico.
Uno no puede evitar, tras tanta sinrazón, volver al redil de los clásicos, y aunque noño como solo podía ser Juan Ramón Jiménez con su poema para niños, hay que decir eso de “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos”, y habría que añadir “decían los presos de Carabanchel del nuevo recluso.”