Los carteles de la droga están cambiando el perfil de productos que tratan de colar de manera ilegal. Lo sorprendente es que muchos de los carteles más relevantes se están pasando al aguacate.
Aunque existen bastantes hipótesis al respecto, la más razonable de por qué los carteles están metidos en el contrabando y control del aguacate es, sin duda, porque resulta muy rentable pero, sobre todo, porque el negocio del cannabis ilegal es menos rentable en estos momentos de legalización.
Casi todo el aguacate que llega a los EE.UU se produce en Michoacán: Alrededor de un 80%, lo que supone 2.400 millones de dólares al año. Debido al boom en las exportaciones de aguacate para los EE.UU (un aumento de 16% en el último año), no era de extrañar que alguien se fijase en ese gran pastel.
Cuatro carteles, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nueva Familia Michoacana, Tepalcatepec Cartel y Zicuirán, están detrás de controlar este negocio. Las técnicas ya las podréis imaginar: extorsión a los cultivadores, secuestros, robo de mercancías para revender, etc.
Dado que estamos hablando de aguacates, uno puede pensar que esto es de broma, pero el verano pasado se produjo una masacre en Urapan, el centro del estado donde se produce el aguacate, en el que fueron asesinadas 19 personas. Irónicamente, el estado de Michoacán también ha sido uno de los puntos centrales del tráfico de heroína de México. Ahora que tanto la heroína como la marihuana están en puntos bajos de exportación para los carteles la alternativa del aguacate parece más sólida que la de las drogas.
Al final del día, los que acaban pagando siguen siendo los trabajadores del campo, que, por un lado, están a merced de los gobiernos que no les dan suficiente dinero por su trabajo y, por el otro, deben aguantar las extorsiones de los carteles.