La Encuesta Global Sobre Drogas, una encuesta que cada año se realiza online para recoger las tendencias de uso de drogas en todo el mundo, acaba de publicar algunas conclusiones nuevas basadas en todas las encuestas realizadas desde 2015 hasta 2021. Entre los nuevos datos publicados se encuentran las preferencias de géneros musicales en función del uso de distintas drogas. El resultado ha sido reflejado en un cuadro que ofrece una relación entre entre ambos intereses.
“Si bien las personas con preferencias musicales asociadas con la escena de la música dance/EDM a menudo se caracterizan por ser las más involucradas con las drogas, es importante comprender que el vínculo entre la música y las drogas es mucho más complejo”, dice la breve introducción de los resultados, que también advierte que “es importante destacar que no se ha considerado la edad y el país de origen en estos gráficos”.
Los resultados, orientativos y poco afinados, se han obtenido a partir de las personas que respondieron haber usado una determinada droga en el último año, unido a las preferencias musicales que escogió cada participante. De entre todas las drogas incluidas, los usuarios de cannabis son los que tienen preferencias musicales más amplias. La siguiente droga que encaja en más géneros musicales es la MDMA, con un importante descenso de aquellos que se estiman la música clásica, el jazz, el rock, el metal o el pop. Entre los que usan la cocaína y la anfetamina prácticamente las preferencias musicales son las mismas que el MDMA, y entre los que usan psiquedélicos destacan el gusto por el Drum&Bass/Jungle, el Dubstep, el Techno y el Trance.
“Nuestros datos nuevamente dicen claramente que las personas eligen las drogas en parte debido a sus otros intereses. Este conocimiento puede ayudarnos a dirigirnos a diferentes poblaciones de diferentes maneras al pensar en mensajes de salud pública y promoción de la salud. Existe una correlación bastante clara entre el uso de drogas como MDMA y los Beats Por Minuto (BPM) de la música que escuchan. El jazz o la música clásica no serían una buena combinación para la MDMA.”, dicen los comentarios de la tabla, que concluye: “Suponemos que tampoco tenemos que preocuparnos demasiado por los daños de las drogas entre aquellos a quienes les gusta la música clásica”.