Se abre en EE.UU. en la localidad de Edgewater (Colorado) un centro cívico que costó levantar 13 millones de dólares. Parte del presupuesto vino del dinero que se ha recaudado del cannabis.
Este complejo municipal cívico cuenta con, entre otras cosas, una comisaría de policía, un centro de fitness, cancha de deportes y una biblioteca. 3 de los 13 millones son del dinero recaudado de las tiendas que venden marihuana en la zona. Incluso el alcalde del municipio HJ Stalf dijo que sin ese dinero “aún estarían buscando”.
“Esto nos da un una identidad cívica que nos hacía bastante falta desde hace 50 años”, comentó Stalf. “Va a ser el centro de reuniones de la comunidad, excepto si es que has llegado aquí en la parte de atrás de una patrulla”.
De hecho, sin este centro cívico pagado con dinero del cannabis la policía seguiría teniendo su comisaría al lado del carnicero del pueblo. Según cuenta un agente, la sala de evidencias tenía que ser compartida con la de otra ciudad. Ahora, con esta nueva comisaría, van a contar con un mayor parking para los coches y elementos incautados, más salas de interrogatorio y taquillas más grandes para los agentes.
Edgewater estuvo con la venta de marihuana desde el primer día en que Colorado pudo vender cannabis recreativo en 2014. Llevan usando el dinero de los impuesto a la marihuana desde hace tiempo para arreglar calles. Solo hace poco decidieron que podría ser una buena idea invertirlo en cambiar el aspecto del pueblo. De ahí sale la idea de construir en este centro cívico.
Otro ejemplo de que legalizar la marihuana ayuda más a las comunidades que las perjudica.