El coreógrafo de la serie The Last of Us, una producción basada en el popular videojuego en el que hay que enfrentarse a una realidad postapocalíptica con humanos infectados por hongos, consumió setas psicodélicas para inspirarse y diseñar los movimientos de los personajes infectados. “Probé hongos antes de hacerlo, para ver cómo se sentía”, explicó el coreógrafo Terry Notary a Inverse. “Dije 'Vaya, esto no me hace sentir estúpido. Esto me está haciendo sentir muy inteligente. Esto es de otro mundo'”.
Notary, quien ha dirigido los movimientos y coreografías de otras grandes producciones audiovisuales como la saga de El Planeta de los Simios o Avatar, dijo que tras experimentar con los hongos e investigar sobre ellos comprendió que estas especies tenían una interconexión entre los individuos y que, por tanto, los personajes infectados de la serie debían moverse como una masa orgánica conectada, y no como una manada de zombis independientes.
“Quería que los infectados se sintieran como si fueran de una sola mente y que todos estuvieran conectados. Los Cordyceps [el hongo que infecta en la serie] tienen esta inteligencia que los conecta a todos, no es solo un grupo de zombis al azar que corre como individuos por los Estados Unidos. Tienen una inteligencia superior, esta forma poderosa de estar conectados como una sola unidad, como un banco de peces o una gran bandada de pájaros. Su tipo de inteligencia es poder comunicarse entre sí sin palabras”, explicó en una entrevista con el medio.
Notary resolvió que, conforme la infección del hongo se hacía más profunda en los personajes de la serie, estos perderían capacidades individuales y obtendrían más capacidades colectivas. “Se volvió algo aterrador porque no pierden nada al infectarse, en realidad están ganando inteligencia. Eso es, sí, se convierten en criaturas carnívoras, pero también les da el poder de poder ver y olvidar todas minucias”.