Mañana jueves la Cámara de los Comunes de Reino Unido debatirá la posibilidad de rebajar la prohibición sobre la psilocibina, el componente psicodélico de las setas psilocybe, como medida para facilitar su investigación y su uso como tratamiento para la depresión y otras afecciones mentales. El debate ha sido programado como consecuencia de una moción que insta al Gobierno a rebajar el control sobre esta sustancia.
La demanda de una revisión de la prohibición de la psilocibina ha sido respaldada por numerosas organizaciones de la sociedad civil, colegios profesionales y sociedades científicas del país. Una de las mayores organizaciones en salud mental de Reino Unido que ha respaldado el debate es el Royal College of Psychiatrists, la principal organización profesional de psiquiatras del país. El objetivo final de los promotores del debate es que la psilocibina deje de estar en la Lista 1 de drogas (que no permite los usos medicinales) y pase a la Lista 2 (que sí contempla el uso medicinal).
“Hay indicios de estudios de que la psilocibina tiene el potencial de proporcionar resultados positivos para las personas con algunas de las depresiones más resistentes. Por lo tanto, hacemos un llamado al Gobierno para que se asegure de que el fármaco se reprograme de manera que brinde a los investigadores el acceso que necesitan para expandirse y aumentar el ritmo de su trabajo”, dijo el presidente del Royal College of Psychiatrists, el Dr. Adrian James, en declaraciones recogidas por The Times.
El debate sobre el acceso a los tratamientos con psilocibina que tendrá lugar mañana tomará en consideración la moción que insta al gobierno a “‘realizar una revisión urgente de la evidencia del estado actual de la psilocibina como Lista 1 [...] con miras a reprogramación, inicialmente solo con fines de investigación, para facilitar el desarrollo de nuevos tratamientos de salud mental”, según se puede leer en la web de la Cámara de los Comunes.
Hace un año más de 160 pacientes con síntomas o enfermedades susceptibles de ser tratadas con psilocibina y tres renombrados psiquiatras británicos enviaron una carta al secretario de salud, y al ministro de policía y crimen del Ministerio del Interior para pedir que redujeran la prohibición de la psilocibina para permitir su uso medicinal.