Las peticiones para que la psilocibina deje de estar en la lista de sustancias más peligrosas de Reino Unido van en aumento. Ya son más de 160 pacientes con síntomas o enfermedades susceptibles de ser tratadas con psilocibina las que han pedido al secretario de salud, y al ministro de policía y crimen del Ministerio del Interior. La psilocibina —componente activo de las setas alucinógenas— está actualmente en la lista uno, la que implica un control más restrictivo dentro de la Ley de Uso Indebido de Drogas. Las peticiones solicitan que se reclasifique en la lista dos para poder realizar más investigación.
Los altos funcionarios de Salud e Interior también han recibido las cartas de tres renombrados psiquiatras británicos, quienes piden que se encargue una evaluación de los potenciales daños y beneficios de la psilocibina “con miras a reprogramar este medicamento prometedor y experimentalmente útil a la primera oportunidad”, según cita The Guardian. Los psiquiatras afirman en su carta que estudios recientes han mostrado “resultados impresionantes” de su efecto contra la depresión resistente a tratamiento y mencionan su potencial en otras condiciones médicas como como la anorexia, la obesidad, el trastorno de estrés postraumático y las adicciones.
Las peticiones por parte de pacientes han sido articuladas en su mayoría por ClusterBusters UK, una organización benéfica centrada en las cefaleas en racimo, un tipo de dolor de cabeza de muchísima intensidad y de difícil tratamiento para el que la psilocibina y otros psiquedélicos han mostrado efectividad. “La brutalidad y severidad del dolor... causa estragos en las relaciones, la vida familiar, el empleo y las amistades. Nuestra condición conlleva una tasa de suicidios 20 veces mayor que el promedio nacional”, escribió la directora de la organización, mencionando que una mayoría de los pacientes infringen la ley para comprar psilocibina y automedicarse.
El año pasado, el primer ministro Boris Johnson dijo que prestaría atención a las demandas de reclasificación de la psilocibina. Ocurrió un mes más tarde de que el parlamentario conservador Crispin Blunt, exministro de justicia, afirmara que Boris se había comprometido a ello en una reunión privada con él. “Nos solidarizamos con el dolor a menudo debilitante que enfrentan las personas que sufren de dolores de cabeza en racimo. Los medicamentos que involucran drogas controladas deben pasar por un proceso de licenciamiento para garantizar su seguridad, calidad y eficacia. […] estamos trabajando con el Consejo Asesor sobre el Uso Indebido de Drogas para considerar si las barreras a la investigación sobre drogas controladas, incluida la psilocibina, podrían eliminarse”, dijo un portavoz del gobierno, según The Guardian.