El Presidente de la Cámara de los Comunes de Reino Unido, la cámara baja del Parlamento, declaró que pensaba hacer un llamamiento policial para investigar el posible uso de cocaína por parte de parlamentarios, después de que se encontraran restos de la sustancia en varios lugares accesibles solo para los legisladores o sus invitados. El diario The Sunday Times ha recogido la noticia en la que el presidente de la cámara avisa de que está planteando iniciar un rastreo de drogas con perros policiales tras encontrar varias evidencias de consumo.
El parlamentario conservador Charles Walker, que preside el comité de administración, dijo al diario que el tema sería discutido por la Comisión de la Cámara de los Comunes la próxima semana. “La Cámara de los Comunes tiene una larga historia de uso de perros rastreadores para detectar explosivos. Puede ser que ahora necesitemos ampliar la gama de perros rastreadores [...] para incluir aquellos que pueden detectar drogas”.
The Speaker said he would investigate Westminster’s drug culture after traces of cocaine were detected in a number of places accessible only to people with parliamentary passes https://t.co/yg4F68l5D9
— The Sunday Times (@thesundaytimes) December 5, 2021
Según The Sunday Times se encontraron restos de cocaína en 11 de 12 lugares analizados en el Parlamento, entre ellos varios baños, dos de ellos cerca de las oficinas del primer ministro Boris Johnson y la secretaria del Interior Priti Patel. El diario cita varios testimonios anónimos pertenecientes a la Cámara de los Comunes, uno de los cuales habla de “un diputado inhalando cocaína abiertamente en una fiesta”, mientras que otro comenta: “Los parlamentarios tienden a ser más cuidadosos que el personal y volverán a su oficina para hacerlo en lugar de hacerlo en cualquiera de los espacios públicos, pero he oído hablar de un miembro del personal que entró en el despacho de un parlamento para hacerse una raya tarde por la noche”.
Una fuente que el diario define como “un veterano” de la Cámara dijo al periódico: “Hay una cultura de la cocaína en el parlamento. Algunas personas lo hacen todo el tiempo y son totalmente indiferentes. Otros incursionan. Algunos son nombres conocidos, otros son diputados y funcionarios jóvenes y ambiciosos, pero todos corren el riesgo de desperdiciar sus carreras. Se creen intocables, protegidos por sus amigos en la burbuja. Es impactante pero también triste. Muchos de ellos necesitan ayuda”.