El estado de California llora a Dennis Peron la persona sin la cual es probable que la marihuana medicinal hubiese continuado prohibida.

Para ponderar el peso que Peron ha tenido en el movimiento por la legalización hay que pesar que él es una de las personas que escribió la proposición 215, aquella que rige el uso de la marihuana medicinal en California.

Peron entró en contacto con el cannabis durante la guerra del Vietnam. Al regresar a los EE.UU se trajo en el bolsillo dos onzas de marihuana. Este gesto aparentemente fútil fue el desencadenante de toda una vida como activista.

Cuando “la guerra contra las drogas” estuvo en su momento más alto en los noventa fundó el San Francisco Cannabis Buyers Club, o lo que es lo mismo, el primer dispensario público de marihuana.

Este desafío constante a las leyes para tratar de expandir sus fronteras legales le trajo numerosos arrestos e incluso un oficial de policía le disparó en la pierna. Llegó a pasar seis meses de prisión por llevar 200 libras de cannabis.

Además de la lucha por la legalización estuvo muy implicado en la escena del activismo gay. Fue amigo de Harvey Milk, asesinado por defender los derechos de los homosexuales, y ayudó con el cannabis que vendía a aliviar el dolor de los enfermos de SIDA durante el repunte de la enfermedad a finales de los años ochenta. La muerte de su pareja en 1990 llevó a Peron a meterse de lleno en la lucha por la legalización.

Pero falleció de un cáncer este fin de semana. Pese a las circunstancias Peron pudo ver cómo California legalizó tanto la medicinal como la recreacional.

Que la tierra te sea leve.