En 2022, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, había anunciado un proyecto de ley para legalizar todos los usos del cannabis. La iniciativa no tuvo ningún tipo de avance, hasta hace unos pocos días atrás. Primero, la Comisión de Ambiente la Asamblea Legislativa realizó un dictamen mayoritario en el que rechazó la propuesta. Entonces, como una apabullante votación del recinto en contra de la regulación podría archivarla, el máximo mandatario decidió retirar la medida.
“La Asamblea tiene tanto que hacer con crimen, ahora con crucitas, y ya lo archivaron entonces si no se pueden tomar la sopita que les dan de abrebocas, ¿Para qué vamos a seguirles trayendo nosotros chicharrones? El que no puede caminar 100 metros, no puede correr 10 kilómetros”, dijo Chaves, después de conocerse que dejará de insistir en la legalización del cannabis.
En el momento de presentar el proyecto de regulación del cannabis en Costa Rica, Chaves había dicho que había propuesto la ley “para legalizar la marihuana, que hoy es ilegal, y quienes la consumen, la venden, están violando la ley y son criminales”.
Si bien la liberación de la planta en Costa Rica hoy está más lejos, todavía existe un proyecto que pretende no solo dejar de criminalizar a los usuarios de los derivados del cannabis, sino también forjar las bases de una industria alrededor de la marihuana. Se trata de una iniciativa del diputado Ariel Robles, en la que también se permitiría el autocultivo. “Proteger la salud de las personas usuarias, sus derechos humanos e inclusive su seguridad al garantizar una alternativa legal para adquirir esta sustancia, alejándolos del mercado ilícito de droga”, dijo Robles en el momento de la presentación de la propuesta.