Recientemente, los jueces de Colombia legislaron para que no pueda detenerse a nadie que tenga pequeñas cantidades de marihuana. Pese a que no se trata de la descriminalización en sentido estricto, se le parece mucho.
Congresistas de diversos partidos colombianos, excepto los del Centro Democrático y el Partido Conservador, apoyan un proyecto de ley que comenzará a debatirse en breve que pretende legalizar la marihuana. Se hace después de que la ley que impuso el presidente Iván Duque que permitía incautar cualquier cantidad de droga que la policía encontrase, algo que está causando bastante revuelo en el país del continente americano.
Este proyecto de ley llega con un gran respaldo popular en un momento decisivo para Colombia, que también pretende establecer una renta mínima que podría alcanzar hasta a 9 millones de hogares. La intención principal de los que apoyan esta reforma es acabar con el narcotráfico. Consideran como correcta la hipótesis que cree que la legalización reduce significativamente el narcotráfico.
El senador Gustavo Bolívar ya había luchado por esto sin éxito en legislaturas pasadas para acabar con la “guerra contra las drogas”, calcula que el país invirtió más 140.000 millones de dólares y ha perdido 31.000 vidas en esta lucha que no ha conseguido cambiar nada. “El proyecto ganaría tres cosas: bajaría la delincuencia, mejoraría la salud del consumidor y reduciría la posibilidad de que los menores puedan acceder a ella”, asegura.
Los congresistas que apoyan esta ley quieren que el cannabis esté regulado como otras sustancias como el alcohol.
Este proyecto plantea la posibilidad de abrir coffee shops, como en el modelo Holandés, donde los interesados podrán comprar o consumir productos relacionados con el cannabis. No está claro si será exactamente igual que en el país europeo pero se le parece bastante. Estos establecimientos deberán estar licenciados por el estado.
Parece que uno de los mayores escollos que tiene Colombia para poder sacar esta ley es, precisamente, asuntos que afectan a su soberanía como nación. Estados Unidos presiona sistemáticamente al gobierno de Iván Duque para que combata el narcotráfico en lugar de apostar por el modelo de legalización.
Sea como sea, el proyecto se va a encontrar con otros escollos intramuros. Los grupos armados en Colombia aún pesan mucho en este tipo de decisiones y parece que no van a estar de acuerdo con la idea de perder su negocio de drogas ilegal. Lo bueno de todo esto es que se va a tener que abrir un debate, sí o sí, sobre el camino que Colombia quiere tomar acerca de la marihuana y otras drogas para los próximos años.