En abril de este año, Alemania legalizó todos los usos del cannabis. Sin embargo, todavía no se han regulado los mecanismos para la dispensación de los productos derivados de la planta. Pero la ciudad de Frankfurt le presentó un proyecto piloto al gobierno federal para que allí se estudie un sistema de venta de flores para uso adulto. Así lo confirmó la jefa del departamento social y sanitario local, Elke Voitl, sobre la iniciativa que pretende tener una duración de cinco años.
“Estamos dando un paso importante. La distribución regulada de cannabis tiene un gran potencial en muchos sentidos. Puede proteger a los usuarios, aliviar la carga del sistema judicial y reducir el tráfico ilegal de drogas”, dijo Voitl durante un acto en que se inauguró una recolección de firmas para que el gobierno federal alemán apruebe este proyecto en el que también estaría implicado el Instituto de Investigación sobre Adicciones de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt.
Entre los puntos más importantes del proyecto, se construirían tiendas para distribuir flores y otros derivados de la planta que tengan un alto contenido de THC. Las personas que deseen adquirir los productos tendrán que ser residentes de Frankfurt, mayores de edad y presentar un certificado que corrobore que gozan de buena salud. Además, deben comprometerse a responder cuestionarios periódicos y someterse a exámenes médicos.
“Una de las cuestiones centrales del apoyo científico versa sobre los efectos de la compra legal de cannabis —incluida la posibilidad de asesoramiento— en el comportamiento sanitario de los propios clientes. Pueden extraerse conclusiones no solo para la prevención, sino también para el futuro diseño del acceso al cannabis”, dijo Heino Stöver, profesor de la Universidad de Frankfurt y director científico del proyecto.