El supremo italiano da un paso atrás en el tiempo y se pone retrógrado: una sentencia considera ilegales los productos derivados del cannabis.
Desde ahora las hojas, flores, resinas o aceites, que se pueden adquirir en las tiendas que venden la llamada "marihuana light" ya no serán legales. Atentos porque lo que ha pasado puede sentar un precedente para cualquier gobierno conservador que quiera cortarle las alas al cannabis.
En Italia existe una ley que permite cultivar y vender cannabis con una concentración de THC menor al 0.6% Esto se hacía extensivo a los derivados del cannabis: si el extracto tiene menos de 0.6% es legal. Lo que ha hecho el tribunal supremo de Italia es darle la vuelta a esto con un giro siniestro: esta concentración de THC no se refería a los productos, "sino al principio activo de la planta cultivada" y, por tanto, no puede aplicarse a los productos obtenidos de la planta y, así, estos no pueden ser vendidos. Entonces, ¿qué pasa con otros productos como los comestibles? En principio parece que se podrán seguir vendiendo pero deberá probarse que carece de efectos psicoactivos.
Gracias a esta sentencia, el ultraderechista Mateo Salvini da un pasito en la dirección de sus sueños húmedos de mantener Italia limpia de drogas. Por supuesto, ni que decir tiene que Salvini ha manifestado en más de una ocasión que le encantaría cerrar las tiendas de “marihuana light” y que el cannabis solo va a “arruinar a las futuras generaciones”. Normalmente, las futuras generaciones las destruyen los fascistas y totalitaristas que hace de su capa un sayo y del país un cortijo, no las drogas, solo advertimos. Personas como Salvini hacen un mundo peor, no las drogas.
Al respecto de la sentencia, Salvini dijo que: "Estamos contra cualquier tipo de droga, sin peros, y a favor de la diversión sana". Suponemos que la “diversión sana” consiste en irse a un puerto e impedir que los inmigrantes que necesitan ayuda urgente puedan entrar al país.
Ay, Italia: con lo bien que ibas.