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Jiu-Jitsu y marihuana: la filosofía de 10th Planet

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La imagen popular del fumeta es la de un tipo, preferiblemente un rastafari, que se pasa el noventa por ciento del tiempo en el sofá, metiéndole horas a la pipa de agua, jugando a la videoconsola y que el único ejercicio que hace es alargar la mano para pillar otro trozo de pizza fría. Como todo estereotipo tal vez tenga algo de auténtico, pero no se corresponde para nada con el campeón de artes marciales  mixtas Eddie Bravo, propietario de los centros de entrenamiento 10th Planet.

Eddie Bravo
Eddie Bravo

La imagen popular del fumeta es la de un tipo, preferiblemente un rastafari, que se pasa el noventa por ciento del tiempo en el sofá, metiéndole horas a la pipa de agua, jugando a la videoconsola y que el único ejercicio que hace es alargar la mano para pillar otro trozo de pizza fría. Como todo estereotipo tal vez tenga algo de auténtico, pero no se corresponde para nada con el campeón de artes marciales  mixtas Eddie Bravo, propietario de los centros de entrenamiento 10th Planet.

Eddie Bravo, que lleva a cabo parte de su actividad como maestro en Santa Mónica, desarrolló un estilo propio de lucha basado en una variante brasileña del jiu-Jitsu, una evolución de lo que aprendió de su mentor Jean Jacques Machado. El Jiu-Jitsu se caracteriza por ser un arte marcial orientada a la defensa en lugar de al ataque. Se aprovecha la fuerza del ofensor para que el defensor utilice la energía potencial que le llega y se la devuelva en forma de presa, finta o agarre. La técnica de Bravo se asienta en esta premisa de maximizar la especificidad del Jiu-Jitsu en el agarre y presa. El mayor aporte de Bravo a la lucha es su famosa “guardia de goma” (rubber guard). Su técnica se utiliza en la UFC (Ultimate Fighting Challenge), pero donde más triunfa es en las competiciones de artes marciales mixtas donde no se utiliza el golpeo.

Bravo enseña de vez en cuando sus conocimientos en jornadas de puertas abiertas en los paseos de las playas de Santa Mónica. Allí, un tenderete esconde una de sus armas: el cannabis. Bravo es un defensor de la legalización desde hace años, el nombre de grupo de música “Smoke Serpent” y las letras dejan poco lugar a la duda. Lo que llama la atención es que diga que el cannabis, tradicionalmente asociada con la calma, la paz y la pasividad, le sirva para mantener la concentración antes del combate. No es el primer deportista que hace este comentario. Y es que no es contradictorio: cuando uno compite a un nivel de profesional, la ansiedad a controlar también es de profesional;  no es un trabajo fácil y parece que la marihuana ayudaba a Bravo a concentrarse, alejar los nervios y permanecer alerta.

Tal y como Bravo confesó al L.A. Weekly, el objetivo de las técnicas de agarre es conquistar al rival mediante la paz. Estos “guerreros poetas” encuentras su fuerza en una suerte de flujo de tranquilidad. “Juegas tu juego pulgada a pulgada”, dice la filosofía de Bravo, “consigue lo que necesitas. Contrólalo… pulgada a pulgada adelante”. Los fans del Atlético de Madrid encontrarán un parecido más que razonable con el “partido a partido” del Cholo Simeone, o en el refrán “vísteme despacio que tengo prisa”.

Para todos aquellos que piensan que los consumidores de cannabis solo conocen el sofá de su casa les recomendaría que evitasen comentárselo al amigo Eddie Bravo. Calma y control, partido a partido.

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