Durante las últimas elecciones de EEUU, diferentes localidades de Texas aprobaron la despenalización del cannabis para uso recreativo. Una de ellas fue Dallas, la ciudad más importante del Estado. Pero esta medida se encuentra en peligro, después de que el fiscal general, Ken Paxton, presentara una demanda para revocar la ordenanza aprobada por más del 67% de los votos hace dos semanas.
“Las ciudades no pueden elegir qué leyes estatales quieren aplicar. La ciudad de Dallas no tiene autoridad para anular las leyes de drogas de Texas ni prohibir a la policía que las aplique. Este es un intento encubierto de violar la Constitución de Texas, y cualquier ciudad que intente limitar a la policía de esta manera se enfrentará rápidamente a una demanda de mi oficina”, dijo el fiscal general del Estado, quien ya presentó la demanda contra la ordenanza aprobada en Dallas.
Esta no es la primera vez que Paxton intenta derribar ordenanzas locales a favor de los usuarios del cannabis. En enero pasado, el fiscal general había demandado contra diferentes reformas de despenalización en las ciudades de Austin, San Marcos, Killeen, Elgin y Denton. La Justicia desestimó las demandas en los casos de Austin y San Marcos, pero en Killeen llegaron a un acuerdo y la despenalización nunca se implementó. En las otras jurisdicciones la resolución aún está pendiente.
Ground Game Texas, la organización que encabezó la campaña para la despenalización del cannabis en diferentes ciudades del Estado, dijo que “esta no es la primera vez que nuestras propuestas de despenalización de la marihuana han sido descritas como en conflicto con la ley estatal. Es importante aclarar que esto no es cierto: redactamos estas propuestas con cuidado para cumplir con la ley estatal actual. “La despenalización no es legalización, sino un cambio en la política de aplicación de la ley”, sostuvieron mediante un comunicado.