El Tribunal de Casación de Brasil ha decidido por unanimidad permitir el cultivo de una variedad de cáñamo destinada a la elaboración de productos industriales realizados a partir de las fibras de la planta. Además, los jueces le dieron a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) un plazo de seis meses para definir las reglas relacionadas con la importación y cultivo de genéticas que contengan un bajo contenido de THC.
El fallo del tribunal brasileño sucedió después de una apelación contra la decisión del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, que había rechazado la solicitud de una empresa de biotecnología para importar semillas de cáñamo para realizar cultivos con fines industriales. El Tribunal Regional había considerado que la autorización de estas actividades correspondía al ámbito público y que estaba fuera de la competencia judicial. Pero ahora, con la sentencia del Tribunal de Casación esta compañía podrá ingresar las semillas al país para comenzar su producción. De todos modos, la empresa aún deberá esperar al menos unos seis meses hasta que ANVISA defina las regulaciones para esta actividad.
Regina Helena Costa, jueza del Tribunal de Casación, dijo que la falta de una regulación industrial del cannabis en Brasil representa una “restricción indebida al derecho fundamental a la salud”. Además, la magistrada destacó que la ausencia de normativas frena el desarrollo de un sector que podría generar empleos, promover la investigación científica y ofrecer tratamientos de bajo costo para los pacientes, contribuyendo así al cumplimiento de los derechos sociales garantizados por la Constitución.